Lo que crees y lo que no es
En el 2019, y por tercer año consecutivo, las emisiones mundiales de GEI volvieron a aumentar y se situaron en un máximo histórico
La crisis de la COVID-19 solo ha desencadenado la disminución a corto plazo de las emisiones de CO2 mundiales y no supondráì una contribución de peso a la reducción de las emisiones para el 2030 a menos que los países aspiren a una recuperación económica que incluya una descarbonización enérgica.
En el 2020, el avance más notable y alentador en materia de políticas climáticas es que cada vez más países tienen la firme determinación de alcanzar las cero emisiones netas en torno a mediados de siglo
Santo Domingo. República Dominicana. Enero.- Aunque podríamos pensar que, a pesar de su terrible impacto en todos los sentidos, la crisis del COVID-19 ha aliviado temas medioambientales urgentes, un informe presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) no es tan optimista al respecto. El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2020 dado a conocer recientemente asegura que, si bien las emisiones de CO2 podrían descender en alrededor de un 7% en el 2020 (rango de 2%- 12%) en comparación con los índices del 2019 a causa de la COVID-19, la concentración de GEI (gases de efecto invernadero) en la atmósfera sigue al alza y se prevéì que la caída inmediata de las emisiones va a tener un efecto prácticamente nulo a largo plazo en el cambio climático.
El estudio, que evalúa la discrepancia entre los niveles de emisiones previstos y los que serían consistentes con los objetivos del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global en este siglo muy por debajo de 2°C, haciendo todo lo posible por frenarlo en 1,5°C., es contundente al asegurar que la crisis de la COVID-19 solo ha desencadenado la disminución a corto plazo de las emisiones mundiales y no supondráì una contribución de peso a la reducción de las emisiones
para el 2030.
El informe asegura que, según los cuatro mecanismos principales de seguimiento de las inversiones públicas relacionadas con el COVID-19, pocos miembros del G20 han pasado del dicho al hecho en lo tocante a medidas de rescate y recuperación con bajas emisiones de carbono, o sea, que generan pocas emisiones de gases de efecto invernadero. Teniendo en cuenta esto, el Secretario General de las Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a los gobiernos para que hagan de la recuperación vinculada a la COVID-19 una oportunidad de construir sociedades más sostenibles e inclusivas.
El compromiso
“Es imprescindible que las empresas ofrezcan a las personas las mejores opciones para ayudarles a reducir sus emisiones a título personal”, asegura Milena Santos, Directora de Marketing Estratégico y Producto Unitario de Daikin. La empresa de climatización dio a conocer en su Informe de sostenibilidad 2020 que ha logrado la reducción de más de 60 millones de toneladas de CO2 de las emisiones de gases de efecto invernadero al promover la adopción de productos respetuosos con el medio ambiente. En este informe, Daikin expone su posición y enfoque para formular e implementar metas y medidas específicas, ya que apunta a lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero hacia la realización de su Visión Ambiental para 2050.
Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, la climatización de los edificios supone hasta el 50% del consumo de energía en los países desarrollados y son responsables de un 28% de las emisiones. “El 97% del volumen de nuestras ventas de aires acondicionados para uso residencial son productos respetuosos con el medio ambiente. Estamos convencidos de que para lograr avances importantes en este tema se necesita la voluntad de todos, gobiernos, empresas como Daikin, y también de los individuos, que deberán seguir avanzando en la adopción de nuevos hábitos, mucho más sustentables y de una manera de pensar que tenga éste como uno de sus puntos de mira”, añadió.
Es posible que, en muchos países, el confinamiento sea lo suficientemente largo como para crear nuevas rutinas que perduren si se refuerzan con medidas a más largo plazo. Por su parte, al planificar la recuperación tras la pandemia de COVID-19, las autoridades tienen la oportunidad de favorecer que cambiemos nuestros hábitos por otros con menos emisiones de carbono.