Tras su cetro, los aguiluchos igualan con los Tigres del Licey como las franquicias más ganadoras en los anales del béisbol dominicano.
Apoyadas en jonrones de Johan Camargo, Juan Lagares y Luis Juárez, las Aguilas atacaron con siete imparables a cinco lanzadores de los Gigantes para levantar su primer trofeo desde que superaron 4-3 al Licey en la final celebrada en el 2017-18.
Encontrándose debajo 1-3 tras la celebración del cuarto partido el viernes, las cuyayas comenzaron a mostrar sus garras en el choque del sábado, primero descontando una desventaja de 0-3 en las primeras cuatro entradas, para luego reponerse y salir triunfante 9-3, en una jornada que tuvo al grandes ligas Carlos Martínez como iniciador y quien sirvió de inspiración en el gran repunte que desde entonces tuvo el combinado.
Desde que el dirigente Félix Fermín insertó a los veteranos Ramón Torres y Juan Carlos Pérez en la alineación la situación se tornó diferente para los amarillos, conjunto que se colocó como el segundo en la historia que remonta de una desventaja 1-3 para levantar el trofeo, uniéndose al Escogido en 1987-88 que se repuso para vencer 4-3 a las Estrellas.
El que acaba de transcurrir fue un torneo atípico, sin la presencia de fanáticos, recortado a solo 30 partidos en la serie regular, con un formato diferente en las semifinales, pero que se desarrolló por todo lo alto y terminó en grande, a pesar de la presencia de la pandemia, que provocó que decenas de jugadores, coaches y directivos se vieran afectados e incluso en el último choque los Gigantes reportaron varias bajas por el virus.
Hasta la llegada del último out fue de película, con un batazo conectado por Kelvin Gutiérrez por el campocorto, cuya jugada en la inicial requirió la revisión de los auxiliares.